Doctrina (continuación...)

Frente al análisis propuesto sobre la doctrina Peronista me he sentido seducido de recopilar principios, que entiendo, servirán para el análisis, la opinión y el debate que intento se genere a partir de la lectura de la presente publicación. En esta búsqueda que he comenzado, apareció una recomendación que tentó mis sentidos y es la película que aquí comento:

Perón, Actualización política y doctrinaria para la toma del poder - 1971

(parte I, he segmentado el análisis en dos partes)

-El futuro será de los que posean mayores reservas de comida y materia prima.
- La única fuerza cívica que conserva su estructura y su potencia, es el justicialismo y dentro de él, la clase trabajadora. Estas fuerzas representan el eje del movimiento revolucionario nacional.
- 1° La Patria; 2° El Movimiento; 3° Los Hombres
- Admitir que todos los hombres pueden ser buenos y todos pueden tener razón.
- Que todos sean artífices del destino común, pero ninguno instrumento de ambición de nadie.
- Traidor: No lucha contra el enemigo, ni por la causa del pueblo.
- Compañero: Lucha contra el enemigo y por la causa del pueblo.
- Enemigo o Traidor: Lucha contra un compañero.
- Conducir no es mandar, conducir es persuadir.
- La política no se aprende, se comprende y sólo comprendiéndola es posible realizarla racionalmente.

                                                                                       Hasta aquí, la primera hora de la película

De la misma forma fui persuadido de leer el texto de cierre, que hiciera el General en el Primer Congreso Nacional de Filosofía en el año 1949 en la Ciudad de Mendoza titulado “La Comunidad Organizada”. El análisis del Documento lo haré en tres partes siguiendo los títulos, textualmente extraídos, del mismo.

PRESENTACIÓN

- Para el corazón Argentino, en nuestra tierra, nadie es extranjero si viene animado del deseo de sentirse hermano nuestro.
- Nuestra acción de gobierno no representa un partido político, sino un gran movimiento nacional, nueva en el campo político mundial.
- El hombre de Estado responsable está obligado a realizar cuanto afirma.

EL HOMBRE Y LA SOCIEDAD SE ENFRENTAN CON LA MÁS PROFUNDA CRISIS DE VALORES QUE REGISTRA SU EVOLUCIÓN

Lo que en el futuro se decida a ser, dependerá de los hechos que estamos presenciando. No puede existir divorcio alguno entre el pensamiento y la acción.

EL HOMBRE PUEDE DESAFIAR CUALQUIER MUDANZA SI SE HALLA ARMADO DE UNA SÓLIDA VERDAD

Lo problemas sustantivos no han sido resueltos en el tiempo, tal vez porque existe un problema y una verdad demostrable para cada generación. Quizá, para cada generación, sean siempre los mismos tal problema y tal verdad.
El Hombre puede desafiar cualquier contingencia, cualquier mudanza, favorable o adversa, si se halla armado de una verdad sólida para toda la vida. Pero si esta no le ha sido descubierta al compás de los avances materiales, es de temer que no consiga establecer la debida relación entre su yo, medida de todas las cosas, y el mundo circundante, objeto de cambios fundamentales.
De los elevados espacios, donde las razones últimas resplandecen, procede la norma que articula al cuerpo social y corrige sus desviaciones.

SI LA CRISIS MEDIEVAL CONDUJO AL RENACIMIENTO, LA DE HOY, CON EL HOMBRE MÁS LIBRE Y LA CONCIENCIA MÁS CAPAZ, PUEDE LLEVAR A UN RENACER MÁS ESPLENDOROSO

El renacimiento prueba que el camino es un factor asequible al hombre en todo momento. No es el rigor de nuestra crisis el que debieron arrastrar las islas pensantes de la Edad Media, el nuestro es, simplemente, un rigor de otra clase. No tiene entre sí, o no cree tenerlo, un infinito. No da la sensación de producirse para el tiempo, sino para el momento.
Esa miopía para la nobleza de los valores procede, posiblemente, de una deficiente pedagogía. Caracteriza a las grandes crisis la enorme trascendencia de su opción.
Es presumible que dependa de nosotros un renacimiento más luminoso todavía que el anterior, porque el nuestro, contando con la misma fe en los destinos, cuenta con un hombre más libre, y por lo tanto, con una conciencia más capaz.

                                                                                                                                      Fin parte I