domingo, 12 de diciembre de 2010

A tiempo...

Quiero ser el que cuente este despertar, este despertar que se ha manifestado y que no voy a tapar ni a dormir. Se me ha manifestado en este momento la necesidad y la pasión de participar activamente en el deseo de muchos, que soñaron y sueñan con que nuestro barrio, nuestra ciudad, nuestra provincia, nuestra patria y por qué no también el mundo sea un lugar más justo, más igualitario, más participativo, más decidido, más comprometido, más solidario...
Este despertar no se produjo solo, y no creo en las casualidades o, más bien, no creo en las casualidades como aquello que surge de la nada y sin ningún tipo de vinculación con uno, por el contrario creo en las causalidades. Si pudiéramos estar conectados lo suficiente con nosotros mismos, entenderíamos que todos lo que nos sucede, todo lo que provocamos, es producto de nosotros mismos, somos nosotros los que nos ponemos esas “casualidades” frente a nuestros propios ojos, aunque a veces no lo veamos…
Habiendo hecho esta pequeña introducción, quiero sí ahora dedicarme a contar algunas situaciones que confirman lo que aquí planteo.
Soy sindicalista, llegué al sindicalismo por pura convicción y esencia, de hecho ejercí el sindicalismo desde que me integré como un sujeto en esta sociedad. Siempre bregué por justicia, siempre bregué por mejores condiciones, siempre fui interlocutor de los que no podían hablar por sí mismos, siempre busqué el acercamiento entre las partes, el diálogo, y todo aquello que significa tener una actitud de servicio hacia el otro sin importar la riqueza personal que aquello pudiera significar. No puedo evitar emocionarme cuando se triunfa ante las causas justas, no puedo evitar emocionarme ante los discursos populares, mi esencia es eso.
El Movimiento Nacional y Popular, así como el sindicalismo, me abrió la puerta a la participación activa que necesito como alimento de mi alma. Hasta hace muy poco tiempo, creí que solo haría militancia y política sindical, no se abrían puertas para  quienes no venían de apellidos reconocidos dentro de la sociedad donde vivo, pero este Movimiento me abrió la puerta y me invitó a pasar. Con mis 30 años de edad, no había sentido ni la necesidad ni el deseo de participar de ningún espacio político, a pesar de mi vinculación con el peronismo por el rol social que desempeño. Justamente creo que, a muchos como a mí, donde la política no era un tema de reflexión familiar porque entiendo que muy estratégica y eficientemente los golpes militares se encargaron de silenciar a muchos jóvenes Argentinos y que aún hoy lo padecemos quienes somos hijos de esas generaciones, provocando el daño más grande que se le puede hacer a una sociedad, quitar la libertad de pensamiento, de expresión y de acción. Hoy eso está quedando atrás, y festejo la recuperación generacional que se está dando en nuestro país con la inclusión de los jóvenes de mi generación y otras muchas, en la recuperación del pensamiento, de la reflexión, de la expresión y de la acción.
No es sólo esto lo que este movimiento ha despertado en mí, ha despertado el nacionalismo, hoy causalmente luego de 30 años, y luego de haber escuchado prácticamente todo ese tiempo sólo música extranjera, estoy descubriendo el placer de escuchar un tango, una chacarera, una zamba. Esto no es casualidad, esto es causa de sentirme parte de este “gran colectivo”, es parte de sentirme propio de un lugar, de ese sentimiento inexplicable de pertenencia, como el que se siente cuando estamos lejos de casa y hasta extrañamos el olor ó como cuando viajo a mi ciudad natal (Buenos Aires), que recorrer algunos lugares siento como un imán, que desde mis entrañas, me atrae al suelo.
Anteayer me senté en una mesa a “discutir” y “defender” una postura política y de militancia con mi tía, desayuné con mi viejo contándole mis expectativas de la política, visité la C.G.T., escuché a Ernesto Jauretche (que me contagió a leer a su tío) y lloré con Ernesto Jauretche, todo esto no es casualidad!!!
Estoy seguro que esto depende de alguien y algo que supo “desempolvar” eso que estaba escondido en mí y que hasta ahora no había sido seducido a salir, a mostrarse, a ponerse en funcionamiento, es la primera vez en mi vida que siento una atracción por el pasado, por la historia, por nuestra geografía, por nuestra cultura, por nuestra tierra…
Y como dice una canción que hoy me recomendó mi viejo y que ya la había escuchado (pero ni recomendada, ni con el ánimo de la recomendación):
  
Si te arrancan al niño, que llevamos por dentro,
Si te quitan la teta y te cambian de cuento
No te tragues la pena, porque no estamos muertos
Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo.

Si te anclaran las alas, en el muelle del viento
Yo te espero un segundo en la orilla del tiempo
Llegarás cuando vayas más allá del intento
Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo

Si te abrazan las paredes desabrocha el corazón
No permitas que te anuden la respiración
No te quedes aguardando a que pinte la ocasión
Que la vida son dos trazos y un borrón.

Tengo miedo que se rompa la esperanza
Que la libertad se quede sin alas
Tengo miedo que haya un día sin mañana
Tengo miedo de que el miedo, te eche un pulso y pueda más
No te rindas no te sientes a esperar.

Si robaran el mapa del país de los sueños
Siempre queda el camino que te late por dentro
Si te caes te levantas, si te arrimas te espero
Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo.

Mejor lento que parado, desabrocha el corazón
No permitas que te anuden la imaginación
No te quedes aguardando a que pinte la ocasión
Que la vida son dos trazos y un borrón.

Tengo miedo que se rompa la esperanza
Que la libertad se quede sin alas
Tengo miedo que haya un día sin mañana
Tengo miedo de que el miedo te eche un pulso y pueda más
No te rindas no te sientes a esperar.

Sólo pueden contigo, si te acabas rindiendo
Si disparan por fuera y te matan por dentro
Llegarás cuando vayas, más allá del intento
Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo.

Sólo pueden contigo, si te acabas rindiendo
Si disparan por fuera y te matan por dentro
Llegarás cuando vayas, más allá del intento
Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo.
Y evidentemente, esto tampoco es una casualidad… Conmigo llegaron a tiempo, y voy a hacer todo desde mí, para que todos lleguemos a tiempo!!!!

1 comentario:

  1. Hola Pablito!!
    Recien hoy dispongo de "tiempo" entre comillas para leer como se lo merece tu artículo.
    Enhora buena que llegaste a tiempo... BIENVENIDO!!
    ¿Te acordas cuando hace un par de años, cuando fuimos al congreso a BA, te decia que tenia la utopia que esto podia cambiar y que soñaba y estaba trabajando para que así fuera???
    BIENVENIDO PABLITO Y en vos lo hago a todos los jóvenes que se están subiendo a este colectivo.
    Quiero agregar a tu comentario que además de los golpes militaleres, los sindicalistas como Barrionuevo fueron los que se encargaron de desprestigiar la clase política y sindical para quedarse ellos con la torta.
    Eso no lo tenemos que permitir más!!
    Tenemos que involucrarnos y participar!
    UN abrazo y nuevamente bienvenido!!

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